El Trastorno por Déficit de Naturaleza es un concepto que advierte de las consecuencias de una progresiva desconexión de la naturaleza en nuestras sociedades modernas, sobre todo para los niños. El síndrome, teorizado por Richard Louv en su libro Last Child in the Woods (El último niño en el bosque), ilustra un problema emergente en los países industrializados, donde el sedentarismo y la omnipresencia de las pantallas han reducido considerablemente el tiempo que se pasa al aire libre. Los estudios demuestran que esta desconexión de la naturaleza tiene profundos efectos en la salud física y mental, provocando en particular un aumento de los casos de obesidad, trastornos de atención, depresión e incluso alteraciones de las capacidades sociales y motrices. En Francia y en Europa, este síndrome también es una realidad, con los riesgos amplificados por la creciente urbanización y el acceso limitado a los espacios naturales.
Los síntomas de este síndrome son numerosos. El sedentarismo está provocando un recrudecimiento de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la hipertensión, que antes eran poco frecuentes entre las generaciones más jóvenes. Los investigadores también han observado un aumento significativo de los problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, a menudo atribuidos a la falta de contacto con la naturaleza, que tanto favorece el bienestar psicológico. La reducción del tiempo pasado al aire libre también va acompañada de una disminución de la actividad física, lo que agrava la epidemia de obesidad infantil y tiene repercusiones sociales a largo plazo. Al mismo tiempo, la omnipresencia de las pantallas desde una edad temprana reduce la concentración y altera el desarrollo de las habilidades sociales, haciendo a los jóvenes menos resistentes frente al estrés y menos proclives a las interacciones físicas y cooperativas.
En respuesta a este preocupante fenómeno, la certificación Effinature del IRICE aporta una solución concreta al replantear los espacios construidos para integrar la naturaleza en el corazón de los proyectos inmobiliarios y los entornos urbanos. Effinature se basa en la creación de edificios y espacios que fomenten la biodiversidad, un aspecto esencial para contrarrestar los efectos del Trastorno por Déficit de Naturaleza. A diferencia de los enfoques puramente estéticos de los espacios verdes urbanos, Effinature pretende recrear ecosistemas funcionales en los entornos de vida modernos, ya sea dentro de un barrio, alrededor de las viviendas o en los patios de los edificios. Esta certificación se distingue por incorporar criterios exigentes para preservar y mejorar la biodiversidad, de modo que los residentes puedan disfrutar del contacto directo con la naturaleza, incluso en la ciudad.
Los beneficios de Effinature para la salud y el bienestar
Los efectos beneficiosos de la naturaleza sobre la salud son numerosos y están bien documentados. Pasar tiempo en un entorno natural reduce el estrés, mejora la concentración y estimula las capacidades cognitivas. Effinature permite a los ocupantes de edificios certificados disfrutar de estos beneficios gracias a unas instalaciones que fomentan la vuelta diaria a la naturaleza. Los residentes pueden experimentar la naturaleza en su entorno inmediato, con espacios plantados, corredores ecológicos, jardines compartidos y zonas ideales para la fauna local. Este acceso directo a la naturaleza ayuda a combatir los efectos de un estilo de vida sedentario y permite a jóvenes y adultos por igual volver a conectar con entornos naturales, al tiempo que fomenta prácticas como el paseo, el juego al aire libre y la jardinería que mejoran la salud física y psicológica.
La certificación Effinature va más allá, incorporando criterios educativos y sociales para fomentar una relación sostenible con la naturaleza. Por ejemplo, promueve actividades de sensibilización sobre la biodiversidad y talleres al aire libre para jóvenes, con el fin de concienciarlos sobre la importancia de preservar su entorno. Estas iniciativas contribuyen a cultivar una conciencia ecológica en los jóvenes, al tiempo que les proporcionan un marco armonioso para su desarrollo. De este modo, Effinature transforma los proyectos inmobiliarios en herramientas educativas, donde la naturaleza se convierte en parte integrante del proceso educativo y de la vida cotidiana.
Una respuesta a los retos ecológicos y sociales
Effinature también responde a preocupaciones sociales y ecológicas haciendo que los espacios naturales sean accesibles a todos, incluso en zonas densamente pobladas y entornos urbanos. La certificación exige compromisos concretos para preservar la biodiversidad local y garantizar espacios naturales abiertos a los residentes locales, contribuyendo así a reducir las desigualdades en el acceso a la naturaleza. Al promover entornos en los que la naturaleza está presente a diario, Effinature contribuye a democratizar el acceso a los beneficios de la naturaleza, tradicionalmente reservados a las zonas rurales o a los barrios privilegiados.
La certificación Effinature es, por tanto, una respuesta estratégica y ambiciosa al Trastorno por Déficit de Naturaleza. Reconecta a las personas con la naturaleza situándola en el centro de los espacios vitales, ofreciendo una alternativa sostenible y necesaria a los retos que plantean la urbanización y la desconexión medioambiental. Al contribuir a proyectos que combinan bienestar, salud pública y educación medioambiental, Effinature desempeña un papel activo en el restablecimiento de un vínculo vital entre el ser humano y la naturaleza, un remedio al alcance de la mano para hacer frente a los problemas sanitarios y sociales asociados al síndrome de privación de naturaleza.